sábado, 22 de octubre de 2011

Boom Latinoamericano (Augusto Roa Bastos)




(Asunción, 1917 -2005) Narrador y poeta paraguayo, sin duda el escritor de su país más importante del siglo XX y uno de los grandes novelistas de la literatura hispanoamericana. Pasó su niñez en el pueblo de Iturbe, lugar que le sirvió de inspiración para muchas de sus creaciones. En 1932 se escapó de su casa para alistarse en el ejército durante la guerra del Chaco. Esos años, durante los que permaneció en la retaguardia, fueron cruciales al proporcionarle anécdotas y vivencias que alimentarían su literatura.

En 1936 trabajó en Asunción como periodista para El País, del que fue luego director. Por entonces, con J. Pla, H. Campos Cervera y otros pocos, inició la que sería la renovación poética paraguaya de la década de 1940. En 1944 viajó a Gran Bretaña, con una invitación del Consejo Británico, y trabajó allí como corresponsal para su periódico y también en la BBC de Londres, donde fue el primer locutor paraguayo.
Poco después de regresar al país, fue forzado al exilio tras la Revolución de 1947, cuando se ordenó su arresto, hecho que lo obligaría a vivir en el exterior por más de cuarenta años, de los cuales los primeros treinta transcurrieron en Buenos Aires.
Durante este largo período trabajó entre otras cosas como guionista cinematográfico, una profesión que calificaría como "de supervivencia" pero que sin embargo influyó en su "estilo descriptivo", tras haber estructurado los argumentos de una docena de películas. En 1953 publicó su colección de cuentos El trueno entre las hojas, libro al que le siguió, en 1960, la novela Hijo de hombre, por la que recibió el unánime reconocimiento de la crítica. De modo fragmentario, esta obra abarca cien años de historia paraguaya, y en ella hay que destacar el rigor técnico con que el autor traza su complejo relato y la fuerza expresiva de una prosa mestiza (mezcla de español y guaraní) que transcribe el habla regional.
Más tarde dio a conocer El baldío (1966), Madera quemada (1967) y Moriencia (1969). Pero su fama internacional no llegaría hasta 1974, cuando publicó Yo el Supremo, novela histórica que protagoniza el dictador Gaspar Rodríguez de Francia, obra que lo estableció definitivamente en la vanguardia de los escritores del continente y por la que pasó a formar parte del llamadoboom latinoamericano.
Figura siniestra y a la vez fascinante, con visos de déspota ilustrado, Gaspar Rodríguez de Francia encerró materialmente a su país dentro de un círculo de autoritarismo y de aislamiento. En la novela, el narrador queda sustituido por un compilador que proporciona materiales al lector para que sea éste quien la monte o construya. Como obra del lenguaje, profundiza en las raíces del español paraguayo, en busca de lo que se ha calificado de "oralidad escrita", lo cual potencia la creación de neologismos, deformaciones y continuos juegos tanto léxicos como sintácticos.
En 1976 se integró al plantel de profesores de la Universidad de Toulouse, en Francia, donde enseñó literatura y guaraní hasta 1984. En 1982, durante una visita que realizó a su país, fue expulsado del Paraguay y se le confiscó el pasaporte, acusado por el régimen de Stroessner de adoctrinar a la gente joven con la ideología marxista. Como única prueba se presentaron documentos que demostraban que había estado en Cuba.
De 1985 en adelante fue un opositor activo al gobierno de Stroessner y actuó como embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa. En febrero de 1986 publicó una Carta Abierta al pueblo paraguayo, que circuló ampliamente dentro del país y en la que se exigía una transición a la vida democrática. Poco después de la caída de Stroessner regresó al Paraguay. En noviembre de 1989 recibió el Premio Cervantes.
BIBLIOGRAFIA 


El ruiseñor de la aurora, y otros poemas.
El naranjal ardiente, nocturno paraguayo
El Baldío
Madera Quemada
Lucha hasta el alba Trueno entre las hojas
El Fiscal
Vigilia del Almirante
Madama Sui
El trueno entre las hojas
Los pies sobre el agua
Moriencia
Cuerpo presente, y otros cuentos
Los Congresos
El pollito de fuego
Los Congresos
El somnámbulo
Los Juegos
Antología personal
Contar un cuento, y otros relatos
On Modern Latin American Fiction
Metaforismos
Poesías reunidas (con Apéndice y Bibliografía)
Los conjurados del quilombo del Gran Chaco
Un país detrás de la lluvia

Hijo de Hombre

La novela Hijo de Hombre fue publicada en su versión original en 1960. Esta novela es la primera de una trilogía compuesta además por Yo El Supremo y El Fiscal.
El resumen que a continuación se presenta es de la segunda versión, publicada en 1991 por la editorial El Lector de Asunción.
En una nota preliminar el Autor hace referencia al carácter bilingüe de la cultura paraguaya que constriñe a los escritores, en el momento de escribir en castellano, a oír un discurso oral en guaraní. La presencia lingüística del guaraní se impone desde el interior del mundo afectivo. Los signos de la escritura en castellano tienen dificultad en captar y expresar el texto oral guaraní.
El autor afirma que sus novelas son un intento de lograr la fusión de los dos hemisferios lingüísticos del paraguayo.
Roa Bastos justifica la segunda versión de la novela diciendo que un texto, si es vivo, vive y se modifica, lo varía e inventa el lector en cada lectura. También el autor puede variar el texto indefinidamente sin hacerle perder su naturaleza originaria sino enriqueciéndolo con sutiles modificaciones
En la nota preliminar el Autor afirma que esta nueva versión de Hijo de Hombre “es una obra enteramente nueva sin dejar de ser la misma con respecto al original en cuanto mantiene esencialmente su fidelidad al contexto originario de cuya realidad no es más que una de las posible fábulas que la palabra portadora de mitos puede inventar”.
Los personajes de Hijo de hombre vienen de los villorrios de Itapé y Sapukai, de las selvas del Alto Paraná. Luchando, sin saberlo, por los intereses de las compañías petroleras, Bolivia y Paraguay se enzarzan, y enzarzan a sus hijos, en una guerra de espantosa crueldad. Al final resultó que los yacimientos petrolíferos no existían y que cien mil hombres habían muerto sin motivo. Roa Bastos, que participó como voluntario en la guerra del Chaco, nos brinda un inolvidable testimonio, un bellísimo poema narrativo sobre uno de los conflictos más dementes del siglo XX. Extraordinaria muestra, además, de un mestizaje lingüístico que lleva el español hasta los límites de la perfección, Hijo de hombre es una de las obras maestras de un escritor magistral.

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